09 octubre, 2006

el camino áureo

de ti no quiero piedad, ni una letra por lástima. aunque me conforme con lo que me das.
pero tampoco quiero la nada, ese vacío carente de tus palabras, que ya conozco y no quiero volver a vivir. cuál es el camino áureo, ese promedio en el que andaría con cuidado tratando de no caer a un lado ni al otro.
como si existiera, como si se pudiera.

hay días en que despierto sumida en el recuerdo, en esa añoranza absurda atemporal. deseando mañanas, y noches, y tardes también, que no volverán, justamente porque ya fueron, o simplemente porque, es obvio, desearlas no las acerca ni mucho menos las concreta.
en esos momentos preferiría no tener memoria. tan sólo en esos momentos que lindan con la tristeza deseo ardientemente una lobotomía.
aunque aprecio mi memoria, la respeto y cada día más trato de cuidarla, de no dañarla, porque en otros momentos, no tan otros, me devuelve todos esos recuerdos que poseen una magia cautivante. pero entonces, de nuevo, sumida en ellos, despierto detestando el presente.
busco minuciosamente la posibilidad de repetir momentos, los imagino, casi podría tocarlos, un montón de tiempo vano dedicado a la nada misma.
entonces me digo, che, a ver si te ponés las pilas y te dejás de joder.(y usás esos recursos mentales en algo constructivo...)


Comments:
julián!

alucinante lo que decís, me dejaste con una sonrisa en el rostro y la cabeza dando mil vueltas. te agradezco mucho tus palabras y haberte provocado escribir eso me complace infinitamente.
encantada,
dina
 
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Nihil humani a me alienum puto (Terencio)