29 noviembre, 2006

bellas artes

ayer fui a una universidad que se llama de las artes y las comunicaciones (entre las decenas que hay acá y que tienen nombres tan disímiles como del desarrollo, del pacífico, del sur, de los andes, de lo que a uno se le ocurra) y llevaba imborrable, porque lo llevo siempre y porque es imborrable, mi recuerdo que se hace más lindo con el tiempo de la bendita escuela nacional de bellas artes.
me acuerdo perfecto esa especie de taquicardia que me vino la primera vez que entré a la bombonera, era pura felicidad de entrar en lo que podría ser el paraíso del aprendizaje experimental. creo que nunca volveré a sentir eso, ni nada parecido.
y debo hacerme a la idea que no hay en el mundo algo como bellas artes.
en bellas artes aprendí algo todos los días, no sólo de arte, de la vida misma. cada nueva experiencia, pero también cada huelga, cada ocupación, me dejaron imborrables descubrimientos.
yo crecí en esos galpones como no crecí en otro lado. y todo el que pasó por bellas artes sabrá darme la razón.

la libertad que sentía con mi mameluco puesto, yendo y viniendo, organizando con la aeba, delirando con mis compañeros, pasando buena parte de la noche en el boliche de martí y benito blanco que por dios no me puedo acordar el nombre!
y ayer en esa fría y pálida universidad que tiene la palabra artes en su nombre, pensaba eso, que sólo se asignó una palabra y nunca entendió nada.
Errandonea siempre me pareció un maestro, la forma en que se aprende, porque se aprende no se estudia, se aprende por los poros mismos, es tan original como eficaz.
y claro, después de recordar tanto, anoche soñé con la escuela, y qué lindo fue soñarla.

Comments:
Puta mija, con razón!!
Mi asignatura pendiente es la ENBA, no sabés como extraño ese olor.
Apenas cursé el primer año en el 98 y luego volví en el, pah, creo que el 2001 e hice seminario 1. Noooo, no se puede explicar cómo se viven las cosas ahí adentro. Me dijeron que la bombonera ya no es más, que remodelaron. Cuando fui hace un par de años no estaban dando cursos pero estaba abierta, me metí un cacho y pese a que las pocas caras que me crucé eran otras me sentí tan en casa...no me importa la edad que tenga cuando regrese a uruguay, seré una vieja chocha pero voy a terminar en esa bendita escuela.
Fue la única vez que disfruté llendo a clases, juro. Creo que esta noche me toca soñar a mi.
 
Yo me acuerdo del Mincho...pero creo que ese no era, no? ¿Y qué me contás de las escapadas a la playa de noche cuando pintaba la primavera? Hay nena, qué terriblemente lejos todo.
 
el periplo, el periplo, me acordé leyendo a la maga!! gracias. ah, ojalá sueñes vos también.
los fogones en la playa cuando empezaba el calorcito, sí, ah, cuantos recuerdos, imborrables, eternos.
sí, qué lejos todo.
 
Je, hermosos recuerdos, un tema de Jorge Drexler qu hace referencia a "hacer el amor en un entrepiso" tambien me hace acordar a la Escuela, que lindo era ir a Periplo, tomar una grappamiel en invierno, una cerveza en verano, escaparse un fin de semana a Aguas Dulces o tomar y bailar en la arena de pocitos al ritmo de los tambores, en fin, no solo era eso, sino aprender, sentir, descreer y empezar de nuevo, uno hace como un reseteo de las cosas para verlas de otra óptica, yo tambien llegué Gonzalo Tamirez y me recibí de contador, pero lo que aprendí ahí no lo olvido mas.Besos Dina, Gracias por los recuerdos.
 
Ups, creo que se borró algo, el final decia que yo también llegué a Seminario uno para luego volver a terminar mi carrera En CCEE. En fin, de vez en cuando me doy una vuelta y miro como vecino curioso, no entro pero me gustaría
 
pa, qué lindo lo que decís!!
me acuerdo de vos sentado en la bombonera y me muero de extrañeza... le debo a bellas artes haberte conocido guachito, grande!!
 
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