10 marzo, 2009

Tampones a prueba de mujeres

Página12/las12 - la venta en los ojos

Tampones a prueba de mujeres
Por Graciela Zobame

Las mujeres en la publicidad dan asco. Se hinchan, engordan, se les reseca el pelo, se les engrasa, se arrugan, engordan, menstrúan con un dolor que las sorprende cruzando la calle o justo antes de salir, no les funcionan bien los intestinos. Las mujeres en la publicidad dan pena. Lavan pilas de platos en cocinas mugrientas llenas de grasa, luchan para que les brillen los azulejos y para que no huelan a lo que huelen sus inodoros, quieren medias y guardapolvos blanco tiza y sus hijos se revuelcan como bestias por el barro, se la pasan cocinando sopas, pastas y salsas fáciles. ¿Es que no hay lugar en la publicidad para las mujeres taradas? Claro que sí. Hay unas que ni son capaces de abrir tampones. Los tampones Days han puesto su mirada cubierta de algodón en las mujeres inútiles. O en la inutilidad que se atribuye a las mujeres: no sabe manejar, no sabe abrir un vino, no tiene fuerza para abrir un tarro de mermeladas, no te cambia una lamparita, no tiene pensamiento técnico, lógico, práctico, etcétera. En su campaña gráfica, se ofrecen unos tampones comunes y corrientes pero cuyos envases están provistos de un mecanismo especial que hace que la ceremonia de abrir sea a prueba de féminas. Disculpas a lectoras y lectores, pero mi condición de mujer me impide dar más precisiones técnicas de dicho mecanismo. La publicidad dice cómplice con nosotras: “Porque no le podés pedir a un hombre que te lo abra”.

Gracias tampones Days, porque bromear sobre la propia inutilidad nos hará más femeninas y entonces más vulnerables y con eso conquistaremos el mundo, o sea los hombres tras los cuales van corriendo las chicas estilo Sex and the city haciéndose las liberadas porque llevan tampones.

Algo es cierto, debe de ser difícil hacer una novedosa publicidad de este producto a esta altura que todas sabemos de qué se trata la cosa. Cuando recién aparecieron en el mercado era necesario explicar, hacer una especie de clase de educación sexual sobre uso y beneficios. Y entonces nos abrumaron con chicas en piscinas o chicas intrépidas dándose contra las olas. Porque ahora nos podíamos bañar con la regla. Pero ya hemos aprendido todo eso y entonces hasta que no saquen a la venta un tampón más barato o que avise cuándo hay que sacarlo, que absorba más que otros o que vibre, se hace difícil marcar una diferencia. Así es que esta publicidad no sólo se dirige a aquellas chicas con la neurona floja para abrir una lata sino a todas aquellas que se sienten avergonzadas de tener menstruación y de usar estos aparatitos. Porque el envoltorio, destaca la publicidad, no sólo es fácil sino atractivo. Vienen de varios colores para “que nadie se dé cuenta de lo que tenés en la cartera”. Son lindos, es linda siempre la variedad de colores. Para coleccionistas, para personas alegres, suman un punto. Pero hay que ser muy pero muy tarada, o tarado, si él es el que se mete a mirar la cartera de la dama, para no darse cuenta de que estos canutitos con punta de color son unos tampones de aquí a la China. Pobre las mujeres de la publicidad, a todos los problemas que ya tienen se les agrega ahora la necesidad de ocultar el producto que la publicidad les propone comprar. Pero, en fin, con el tiempo y la independencia que adquirirá abriendo ella misma sus tampones, tal vez encuentre un buen escondite para que nadie se entere de lo que le está pasando.

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Comments:
Hay un par de cosas que me molestan de un modo particular; el Machismo (algo ya tan retrógado que debería haber caído en el total desuso) y la Publicidad (que cada vez más está realizada por idiotas y pensada para idiotas, sacrificando todo concepto y manejando simplones efectos de forma insultantes para alguien con cociente mental superior a 80).

Un saludo.
 
ec celente..
 
Y para peor son malos!!!! Mas baratos que OB pero de mala calidad.
 
Muy bueno el post. En la publicidad, para putearlas a ls mujeres a veces también les hacen ¡perder orina!, en fin..
 
Hay publicidades....que son patéticas.
 
Digamos que la publicidad no deja muy bien paradas a las integrantes del género femenino... sin contar que ama los clisés y el absurdo de mal gusto -algo anti absurdo-, logrando generar en algunos espectadores todas las vergüenzas posibles: ajena, propia, mixta, crítica, instintiva, acompañada o no de tristeza, acompañada o no de odio, etc. (léanse muchos "etc." y enfatícese en cada uno de ellos, etc. por etc.)

Sólo rescato la publicidad que no tiene intenciones artísticas y me dice: producto X; xxx pesos...
y aun así la intención publicitaria me carcome.

Iba a decir "es curioso", pero en realidad no lo es en absoluto, el contraste que existe entre hombre y mujer en la publicidad. Las féminas siempre son irremediablemente estúpidas; los hombres: seres resueltos y activos... "hombres de acción" (si bien para muchos de nosotros ese estereotipo también los convierte en irremediablemente estúpidos)

en fin. no hay novedad en nada de lo que estoy diciendo y comparto mucho de lo ya dicho... sólo le dejo un abrazo y espero que ande bien.

y quedo pensando en ese "porque tú lo vales"... está bien hacerle saber a la mujer que, contra toda probabilidad, tiene valor, ¿no?, aunque más no sea el equivalente a un recipiente de "shampoo"
 
Me gustó muchísimo el post y estoy de acuerdo, así nos muestran en las propagandas. Pero, a los otros lectores que han comentado: nos estamos asustando de la imagen en el espejo, en lugar de ver directamente al objeto que se refleja.
La publicidad refleja a los potenciales compradores de aquellos productos que promociona. Es bien antiguo esto de tratar a las mujeres como seres débiles e ineficaces. La biblia está llena de observaciones que recogen comportamientos sociales históricos que avalan este pensamiento. Hay refranes, hay películas, hay obras de teatro, ficción y ensayo, programas de TV de alto rating, hombres endiosados cuyos libros son transformados en best sellers antes de ser vendidos.
No, no, no, la publicidad no es el problema. Pero me parece útil estar atentos, siempre a descubrir los canales a través de los cuales se manifiestan los abusos de poder (caramba, no creo que se trate de otro tema, sino de este).
Besos.
Me hago seguidora.
 
Ingrid,

Estoy de acuerdo con todo lo que has dicho, exceptuando que "la publicidad no es el problema". Me parece que la publicidad no es el problema en su totalidad pero sí parte de él (claro que no solamente la publicidad, y claro también que no solamente en cuanto a este problema en particular).

Creo que la publicidad no sólo actúa como representación de la realidad, sino que inevitablemente actúa también como construcción, cumpliendo una función social que trasciende a los intereses concretos de los que la pagan.

Veo a éste como un caso típico de la serpiente que se muerde la cola o del problema del huevo y la gallina. Mediante el contenido de esas propagandas se parte de -y se aprovecha- un tema existente previamente para reafirmarlo y de cierta manera legitimarlo, legitimándose por tanto el contenido mismo de esas propagandas.

Son canales por los cuales se manifiestan los abusos de poder, es cierto, pero también se presentan como normales, lo que produce que personas menos atentas que tú no vean en ello la manifestación de nada.

un abrazo
 
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