04 noviembre, 2006

conocen a Fogwill?

yo lo conocí hoy. lo conocí después de leer algunas cosas de su literatura (y de ver su misteriosa foto).
después de conocerlo leí otras cosas sobre sus opiniones.
siempre me pregunto si al creador hay que juzgarlo por lo que es o por lo que hace
, como no me decido oscilo y conozco, conocer, leer, saber, pensar, sobre todo pensar. el tipo dice cosas fuertes, sí, es cierto, pero dice cosas inteligentes que hacen pensar y yo me quedo con eso.
hay 15 personas en el auditorio. nada más, nada menos. yo con mi mate prolijo (todavía me queda medio paquete de canarias) me tomo un par creyendo que va a entrar alguien más. no. está él, todo de blanco, prolijo. besa la mano de una chica en la primera fila. hay que verlo cuando abre los ojos!
a sus costados dos chilenos que lo interpelan cual charla de boliche en la que los 15 que estamos del otro lado del estrado somos testigos, bastante silenciosos. (a esta altura tiendo a pensar que los chilenos son silenciosos en extremo). el tipo, sin rodeos, dice lo que piensa de la literatura chilena, coincido modestamente para mis adentros.
de repente habla de Levrero y a mí cuasi se me pianta un lagrimón, y además habla de cuánto leen (leemos) los uruguayos y el chileno que está a su izquierda (desde mi perspectiva) habla de la librería Rayuela y medio que se trancan al tratar de recordar el nombre de la calle y yo a esa altura ya no pude contenerme y sí, agarré y encajé un Tristán Narvaja medio fuerte (ni tanto porque no fue necesario) y la cosa viró para Felisberto y el chileno de la derecha dijo que era argentino y yo casi suelto el mate, pero no fue necesario porque rápidamente el chileno de la izquierda y el mismo Fogwill arreglaron el asunto. Fogwill mirándome dice: no me digas que sos uruguaya, y mirando el mate agrega: si es canarias te pido uno, confesando su emoción que era tanta como la mía.
y ta, qué lindos somos los uruguayos y qué lindo Levrero y qué lindo Felisberto y qué lindo cuando vienen de afuera a rascarnos el lomo para hacernos acordar que somos lindos y cultos, y todas esas cosas que nos gusta que nos digan.


Comments:
Fogwill genera incomodidades inteligentes, es una piedra en el zapato de muchos literatos y críticos. Larga vida a Fogwill!
 
Al Fogwill no lo tengo, pero a ver si le entro un cacho al menos para saber quién es.
Qué lindoooo! cuando nos dicen esas cosas tan nuestras, cuando nos reconocen, cuando estamos afuera es genial eso.
 
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Nihil humani a me alienum puto (Terencio)