04 junio, 2007

películas

un profesor flaco, un profesor flaco y barbudo da clase en el salón 303. miro curiosa por el cuadrado de vidrio que hay en la puerta. el salón está semioscuro y los alumnos inmóviles, dudo si se trata de una clase o de un laboratorio humano. en la pizarra se proyecta una película colorida que me atrapa.
el profesor flaco y barbudo sale a preguntarme si estoy esperando algo. le digo que no y aprovecho para preguntarle qué están mirando. me dice "What the bleep do we know?", pero le entiendo la mitad. es decir, entiendo what y bleep, el resto fueron conjeturas y google.

el profesor flaco y barbudo sale del salón con su séquito. de inmediato mi clase, con el profesor de música, entra a ese mismo salón, que olía a encierro masculino. (yo estaba esperando, pero le mentí al profesor flaco y barbudo)
el profesor pone la película de archivos X. hace más de diez años que vi esa película. qué vieja estoy. sé exactamente qué sucederá escena tras escena (conozco la película porque la vi tres veces). mis compañeros, diez años menores no la conocen, ni tienen idea de nada. qué vieja que estoy.

una hora después el ruido externo me sorprende. espío por la ventana y descubro que graniza. son las 16.45, a las 17 el sentido de la calle cambia. (dónde se ha visto algo así?) en fin, emprendo la huída, de otro modo terminaré empapada. me disculpo con el profesor y corro.

corro y me siento personaje de una película. esa sensación extraña que, creo, todos sentimos luego de una película. hay unos diez minutos, media hora como máximo, en que uno siente que cualquier cosa puede sueceder. como si la película se extendiera al plano de la realidad. siento que mis movimientos fueron guionados, que todo tiene un sentido superior y yo no soy más que una actriz. de cualquier lado puede aparecer un asesino, una bomba puede explotar o nada, simplemente nada pasará.
es extraño y disfrutable a la vez. incluso puedo sentir la banda sonora de Mark Snow prolongarse mientras me subo al ómnibus. entonces decido que es hora de volver a la realidad y me enchufo el walkman.


Comments:
What the bleep do we know?
esta buena!
 
interesantisimo. Me atraparon estas lineas. Tuve varias experiencias asi, pero sobre todo me acuerdo de "La cañonera del Yang Tzé" con Steve Mquinn, un actor rubio que murió por un extraño cancer de pulmon a células claras, sumamente agresivo. Fue triste. Por eso he puesto esa película entre una de las que mas recuerdo. La vi por fines de los sesentas o inicios de los setentas en el cine California - Colonia casi Yaguaron o Ejido, por alli, si la memoria no me falla - Sali tan impactado que me parece haber caminado "en piloto automatico" como diez cuadras. Me "desperté" a la ralidad por 18 y Julio Herrera mas o menos.
Gracias por traerme otra vez este recuerdo.

Senen
 
LA verdad que siempre tengo esa misma sensacion que vos contas. La ultima que fui a ver y de verdad senti en esos minutos de sentirte parte de la peli fue en Apocalypto.
Salí facinado por la peli, me gustó muchisimo...pero me sentí bastante mal, casi un ser de otro planeta. Estar en un Shopping, caminar con esa gente vestida a la moda, atender mi celular, agarrar las llaves del auto...loco!...habia salido de ver Apocalytpo, tenia ganas de correr por la selva!, estar semi desnudo , correr, sentir el verde, el aire!, sentia que podia hablar ese idioma!...increible esa sensacion...siempre pensé que me pasaba a mi solo, por mi condicion de actor, de imaginar a cada rato que puede o no puede ser una escena...pero veo que va mas alla de eso, trato de analizar este fenomeno pero no llego a ninguna conclusion que satisfaga mi deseo de entender...

Buena vida!

Chevi.
 
yo creí que me pasaba sólo a mí, pero me acuerdo de una profesora de narrativa que en una clase contó que a ella también le pasaba. entonces empecé a preguntar, y resulta que sí, no a todos les pasa pero a muchos sí.
lo que contás con Apocalypto me mató, porque me acordé que cuando era chica y fui a ver Karate Kid (jajajaja) salí con unas ganas de saber karate y poder hacer la grulla...
y me volvió a pasar con Kill Bill de Tarantino, pa, increíble.

gracias por escribir!!
 
Recuerdo la primera vez que fui al cine en Monterrey. Fui sola, me senté y empezó la peli (no recuerdo cual era) la cosa es que cuando salí, fui caminando como autómata, colgada, con la cabeza en la peli y reproduciendo los ritos de la salida de cinemateca. Estaba en un parque grande, habré caminado 20-30 minutos cuando me avivé que no había salido de la linterna, que no iba a esperar el 116 sino que estaba por cruzar una avenida enorme, que hacía terrible calor y estaba sola. Una noche de domingo como cualquier otra.
 
cuando vi la pelicula de A Beautiful Mind
de repnte entendi que yo hablo sola un monton
No estare yo tambien con esquisofrenia ,siempre de chica
hablo sola y ahora que???
Hasta que entendi que asi es
rach
 
Eso me hace pensar que mucha gente (entre ésta yo) acude al cine para adquirir una experiencia más intensa de la vida. A mí también me pasó ese entrecruzarse de realidad y ficción: cuando veo alguna película que me impresiona, o cuando leo cualquier libro de Elie Wiesel o cuando abandono un cementerio, imbuído de ánimo filosófico.....
Saludos.
 
Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Nihil humani a me alienum puto (Terencio)