24 septiembre, 2007

ay, qué momento

invitaron a almorzar a la familia. decidí ir por las mías pero llegué demasiado temprano. pregunté al portero del edificio dónde era la casa de la familia anfitriona. en realidad no es un edificio, es un condominio, (un grupo de edificios, como un mini barrio privado).
toqué timbre en la casa que el portero, sin certeza, me había indicado. me atendió la "nana" (empleada doméstica), una señora mayor. nunca había estado en esa casa, la señora amablemente me hizo pasar sin preguntar nada. entré. me senté en uno de los sillones. miré a mi alrededor buscando algún indicio que determinara mi presencia en la casa de la familia correcta. ni una foto, ningún nombre, ningún apellido.
me sentí incómoda. primero fui hacia los libros, pero no decían a quién pertenecían. seguí buscando en la biblioteca a ver si había algo más. nada.
de repente encontré en una mesa un sobre con la dirección y el apellido de la familia.
en eso suena el timbre. la nana no aparece, se escuchan ruidos en la cocina. me levanto y abro la puerta (quién me manda...). aparece un tipo, de mi edad aproximadamente. me pregunta si es la casa de diana. le digo que sospecho que sí, pero que no estoy segura. me mira raro. ta, es la verdad, qué le voy a hacer, pensé.
raudamente va a la cocina y pregunta si es la casa de diana, la nana le dice que sí. me tranquilizo, bah, no estaba muy nerviosa pero la situación era incómoda.
el tipo se sienta en otro sillón, cerca de mí. yo, con un libro en las manos, no le presto mucha atención. me siento observada. entonces me dice: ¿tú y yo no salimos una vez?
ay, qué problema, pienso, yo no te recuerdo flaco y si salimos a dónde y cuándo y por qué. sí, sí, me dice, salimos, tenías el pelo más corto. mmm, puede ser, le digo (si me diera alguna pista..., pero sólo me mira).
en ese momento necesité una definición de "salir", no es que yo no recuerde a las personas con las que salgo, pero... me sentí perdida. en una casa desconocida, con un tipo desconocido, que además dice que salió conmigo...
y entonces, de repente, me iluminé y recordé que en uno de mis primeros viajes a Santiago (hace cinco años) mi madre, en un gesto materno-odioso, poco menos me obliga a salir una noche con un tipo, que viene a ser ese que está en frente a mí, al que le presté bien poca atención.
ah, sí, claro, ya me acuerdo. perdoná el lapsus.
ay, qué momento... trágame tierra.

Comments:
Se leía tan surreal todo que creí que era un cuento, pero parece que fue posta...alucinante.
Che, no te lo querrán enjaretar al tipo ese? Digo, eso de cohincidir los dos tanto tiempo después en ese lugar.
Preciosa la foto de atacama, me recordó la zona de la huasteca en Monterrey. Buenísimo lo de las banderas, acá son patrióticos nomá, hasta los taxis andan con bandera mexicana en setiembre (no, no los multan).
Ah! el otro tema quedó resuelto, gracias por copiarme el mail. Un besote.
 
Bueno, seguramente el tipo no se mereciera más...
Saludos.
 
Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Nihil humani a me alienum puto (Terencio)