24 septiembre, 2007

San Pedro de Atacama


pasaron muchos días, no escribí nada, estaba en San Pedro de Atacama. había cibercafés, pero ni ganas de romper el sacramento con la naturaleza que se me generó de inmediato.
el pueblito es todo de adobe y las calles de polvo que con el paso de los pies, o de cualquier vehículo, se levanta generando una polvareda de esas que en las ciudades ya no hay. lindo lugar. lleno de extranjeros, lleno lleno.
ya el 17 todas las casas y comercios tenían una bandera chilena, preparados de antemano para el 18. entonces, para mi asombro, me enteré que no es de nacionalistas que los chilenos ponen banderas en todos lados. no, la verdad es que: ¡les cobran una multa si no ponen una! ya me parecía raro que en todas las fachadas, tanto de Santiago como de San Pedro, hubiera una. una locura de pinocho que quedó en el tiempo.

desde San Pedro uno toma excursiones programadas, hay cientos de agentes que las venden, y así lo pasean a uno por lagunas altiplánicas y geysers. turismo aventura que le dicen, porque además de apunarme y cagarme de frío, subí y bajé montañas, dunas y todo lo que se pudiera. (la foto es del atardecer en el Valle de la Luna)

cosa curiosa: ayer mi hermano, de 11 años, regresó de Montevideo solito. una azafata se hizo cargo de él. le pusieron un cartelito que dice UM (menor sin acompañamiento, en inglés). en Montevideo tomó asiento donde le correspondía, que era al lado de un señor. una de las azafatas rápidamente se acercó para asignarle al señor otro asiento y una señora se sentó al lado de mi hermano. resulta que no dejan que hombres se sienten al lado de niños, por temor a la pederastia.

Comments:
La puna y los Andes desérticos son algo conmovedor (vio que las montañas producen algo, aún en los que venimos de las llanuras)
 
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Nihil humani a me alienum puto (Terencio)