19 febrero, 2008

luz o ilusión

Me explicaron que entre la nostalgia y el recuerdo hay tristeza, diferencia y abismo. Inclemente desolación que por momentos uno percibe en cierto viento “ramblero”, en las olas del río. Olas que lentas forman líneas blancas que luego de un tramo se unen para fundirse en nuevos avatares. Amigas que salen juntas a recorrer la orilla y vuelven separadas, en óptima distancia, luego de la experiencia.
Aprendí a amar el río, así marrón como es, como son los ríos nomás. Pedirle al río que sea verde es tener la expectativa que sea mar, y no lo es. Sin embargo, por la tarde, el río se torna verde.
No sé si es la luz o la ilusión, o es verde nomás.
El agobio que me provocaban las montañas en Santiago es reminiscencia. Una foto estática que canjeé con ganas por un río movedizo que va y viene, trayendo y llevando, inquieto.
Y si me detengo a pensarlo es porque todavía me descubro asombrada de estar mirando el Río de la Plata.

Comments:
Uh!! me dio un poco de nostalgia... la tranquiliad q sentì allà es indescritible, tiene esencia de plenitud.

Creo q es luz, ilusiòn y verde justo en el punto indicado de la esperanza.

Saludos, Vania
 
bienvenida
hermanita
cuidate
te quiere
r
 
Vania, es cierto, también es inmensa tranquilidad.
La nostalgia es tranquila y serena.
Convivir con ella en paz, es inmenso.

Ra, gracias!
 
Leerte es un bálsamo.
Recuerdo que en Monterrey me molestaban los cerros, siempre ahí, muralla inconmovible.
Vamo arriba el río de la plata!
Un abrazo.
lamaga
 
Ya estás devuelta por tus tierras. Nosotros te echaremos mucho de menos en Santiago. Tu pasada por aca no será olvidada. Cuidate mucho.

Cariños Guille
 
Gracias Maga, gracias Guille.
Me honran con vuestra lectura.
Cariños,
Dina
 
Yo nunca me fui, así que fue todo un descubrimiento mirar el río desde tus ojos, porque desde allí se ve como un útero al que regresaste. Un gusto conocerte.
 
así son estos ríos de llanura que nos tocan, si...
 
No hay nada como sentir el viento en la cara mirando el río, es tan relajante sentarse y perderse un poco mirando el mar. Tan lindo como mojarse, sin dudas sentarme en uno de los bancos de kibon,me transporta a esos dias de lluvia de enero donde estabas jugando cerca de la orilla y nada importaba, te mojabas con alegría como hace unos días, con la ropa empapada pero feliz,sintiendo el agua recorriendo tu pelo, tu cara, es una alegría. Espero verte pronto bajo la lluvia.
 
Bienvenida Rossana.
Ul, se lo andaba extrañando ya!
Julio, hoy llueve y estamos cerca y apuesto que si no nos encontramos pronto, Montevideo nos encontrará en una de sus vueltas.
Gracias a todos,
Dina
 
uffff. no serás demasiada pretenciosa? que barroco lo tuyo eh....aburrridoooooooo
 
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Nihil humani a me alienum puto (Terencio)