28 diciembre, 2006

trabajo de oficina

El ventilador está al máximo. En el escritorio todos los papeles tienen algo encima para evitar que se vuelen. El calor sofoca, sin quejas, quejarse del clima es vano, qué remedio.
Nadie se mira, cada cual concentrado en su tarea o en algo que es difícil de adivinar. Jaime sospecha que Laura juega al solitario, pero no le dice nada. Laura en realidad juega a algo pero no es el solitario. El reloj de la pared marca las 11.43. Antonio se levanta de su lugar, me voy a fumar, dice, y sale dando un portazo.
Cuando regresa la habitación está vacía. No hay nada. Ni Laura, ni Jaime, ni muebles, ni ventilador. Sale y recorre el piso tratando de encontrar a alguien, pero no hay nadie. Todas las oficinas están vacías, sólo quedan los relojes, todos marcan las 12.
Antonio empieza a ponerse nervioso, por la columna le baja un sudor frío, incómodo. Se descontrola caminando de un lado a otro. Las rodillas tiesas, los pasos apurados hacia ningún lugar y hacia todos lados.
En el edificio de dos pisos, con 6 oficinas en cada uno, no hay un alma salvo la suya y hasta de eso empieza a dudar.
Recorre la planta baja para descubrir que todos los relojes siguen detenidos en las 12. Carajo, piensa, debo estar soñando.
Grita algo, sube las escaleras, conoce ese piso a la perfección, camina con los ojos cerrados con el deseo de que al abrirlos todo haya cambiado. Pero nada. Se pellizca. Entra a uno de los baños y permanece segundos o minutos, igual da a esta altura, mirándose en el espejo. Orina y vuelve a salir.
Camina hacia su oficina, abre la puerta justo cuando Laura le dice que se demoró mucho, que así no se puede trabajar. Jaime mira a Laura con desprecio.
Antonio respira profundamente y se sienta, en su escritorio los papeles le aguardan. Contabilidad eterna. El ventilador lo refresca minimamente.
Mira a sus compañeros, los muebles, el reloj marca las 12.12, suspira y se jura no volver a fumar en la vida.

Comments:
Me gustó, me hizo acordar a alguna pesadilla que tuve. Sabés que me sobró? eso de: no entiende qué pasó pero no dice nada, creo que funcionaría mejor sin eso. ¿Qué te parece? Eso de no volver a fumar ta buenísimo. Un beso.
 
gracias maga!
tu comentario es perfecto!!!
besote
 
Que buen texto Dina!! Me encantó. Seré otro oficinista?
 
pablín, las horas de trabajo te hace un posible oficinista, jeje. pero no de los clásicos, obvio.
un abrazo
dina
 
son tal para cual

agradezco poder haber conocido a ambas, maga y dina

desde mi punto de vista, tienen muchas similitudes, creedme puez

un beso a las dos, en realidad dos

las espero
 
dina...excelente, me da escalosfrios de sudor espaldaristicos, como cuando leo las lineas de la mano de julio cortazar...

un beso, y feliz año! qure todo empiece con alegria!
 
lindo texto.
Te invito a compartirlo y unirte a
http://www.vivalaresistance.com.ar/foros/

un foro de oficinistas rebeldes!
 
Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Nihil humani a me alienum puto (Terencio)