15 enero, 2008

Horcón




Caleta de Horcón, verano, sombrillas, aves y olas inmensas. El Pacífico esplendoroso, pescado fresco y barquitos. Más aves, grandes y pequeñas sobrevuelan la bahía.
Voy despidiéndome de Chile con tiempo, apreciando sus bondades y bellezas. No puedo negar que me identifico con las gaviotas, que miran y luego echan a volar. Con ganas, sí, claro.

Comments:
Qué maravilla! Digo, qué maravilla despedirse...
Muchos buenos augurios para esta nueva etapa que se viene, espero seguirla de cerca, reflejarme en esos ojos de reencuentro. Ojalá te dé para seguir escribiendo...
Un abrazo.
 
muchas gracias maga, voy a tratar de no abandonar el blog, aunque a veces es tanto lo que tengo que hacer que no me da para nada más.
pero no quiero perder este rinconcito.
abrazo,
dina
 
caramba, resulta que ahora lo va a extrañar a Chile! que tenga buen regreso...
 
Ahora nomas,las costas viejas del nuevo paisito. Otros vuelos de aves cercanas. Otras horas de mate costero y planeo ramblenze.
Salud y buenaventura para el regreso.
Bienvenida!
 
Gracias a todos, debo decir que vuestros comentarios a lo largo de este camino me han sido compañía y alegría.
Otro camino descubre el futuro, espero seais igualmente compañeros.
Mis cariños a todos,
Dina
 
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Nihil humani a me alienum puto (Terencio)