14 agosto, 2009

calor de hogar

Ayer recibí una estufa. Una estufa que hasta recuerdos trae. Es curioso, me metía temprano en la cama porque no podía más del frío, pero de eso me di cuenta cuando estuvo la estufa prendida.
Llegó sin gas, así que llamé al 1345, me atendió Ignacio y me dijo que en 40 minutos aproximadamente me traerían la garrafa.
A los 20 minutos sonó el timbre. El hombre vestido de azul entró, sacó la garrafa de la estufa, la desconectó, conectó la nueva, la puso dentro, colocó la parte trasera que impide que la garrafa se mueva y encendió la estufa con una facilidad envidiable. Se llevó la mano al bolsillo del mameluco azul, sacó un sobre de sopa con fideos que me extendió con una sonrisa. No dijo nada, pensé que diría feliz invierno o algo así.
Se fue y me arrimé a la estufa. De repente el ambiente se tornó hogareño.
Perfecta temperatura para mi gripe en ciernes.

Comments:
Espero, sinceramente, que tu gripe sea de las de antes; de ésas que se curaban con sopitas y tapándose hasta la cabeza. Porque como sea una de última generación, no va a haber estufa ni Avecrem que te salve.

Saludo.
 
A mala sopa, buena cara. Se rumorea que ahora con las recargas, te traen un Tamiflu de regalo...;)

Que te mejores.

Me encantaría tu voz en mi aldea.

Besos
 
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
 
Un hogar requiere de calor y algo de ruido para espantar a la soledad. De ahí que sean legión los que, al llegar a casa, encienden la estufe y ponen la tele.

Saludo.
 
curioso, son varios los que leo que no tienen estufa. Me preocupa porque en un país como Uruguay, con ese invierno salado y que gente que maneja internet etc. no tenga acceso a calor...me da frio.
Sobre todo pensando en el famoso regreso, que se sigue dilatando.
Un abrazo!
 
maga,

sospecho que somos varios los que nos quedamos con la idea de que el invierno uruguayo se pasa sin necesidad de estufa...
abrazo!
 
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Nihil humani a me alienum puto (Terencio)